el monólogo del ticket-regalo
Uno de los mejores inventos dentro de los establecimientos comerciales, es la aparición del... (y a lo Juan Tamariz) tatachan tatachan… ¡El ticket-regalo!
Si eres una de esas personas desafortunadas en el acierto de una dádiva, el ticket regalo te amortigua la caída hacia el abismo de la incomprensión, y la impasibilidad que se ha apoderado de tu cuerpo como si fuera un espectro, gesticula una ligera sonrisa cuando le ves tan insignificante. Aquí está: ¡El divino ticket-regalo!
No creo que sea difícil acertar en un regalo, basta un poco de observación y es fácil un acierto… Pero la técnica de la observación es sustituida por otras; está la táctica de “compraré lo que me guste a mí”. Desenvuelves el papel y te saluda un dvd de música que jamás comprarías, por eso alguien lo ha comprado (pero si no lo venden ni las gasolineras) y compones tu mejor sonrisa complaciente (y entre dientes, piensas me cago en sus muelas, y qué hago con esto) cuando aparece el papel dobladito.
En algunas ocasiones, la estrategia es que “si algo le gustó, repite”. Y maldices aquel día, hace cuatro años, cuando exclamaste: ¡qué bonita la chaqueta!. Y como hace años te gustó tanto, todos los años te compran una chaqueta. Ya son de cuatro colores distintos en el mismo estilo. Y acabas detestando las chaquetas, las rebecas y el “paripé” de ponértela cuando te visita la suegra.
Pero dentro del arte del regalo, están aquellos “objetos no identificados”, que no sabes para qué sirven y que luego te informan de sus mil maravillas, piensas ¡y cómo podía vivir sin esto!… y rebuscas, sutilmente, entre la bolsa, el ticket. Pero el oscar al mejor anti regalo es cuando te obsequian con “un objeto que detestas, que no usas”: una cadena de oro, un reloj, una corbata, una pitillera… ¡Horror! ¿Dónde me meto? Y mientras piensas en la pericia del comprador, sabes que habrías inventado el ticket-regalo si no existiera.
4 Comments:
Qué dificil es acertar,..
Tanto como con los objetos que nos obsequian en bodas, bautizos.. que acaban siendo un incordio..
Pues sí que es una idea. Tal vez el único problema sea que ven cuánto te has gastado en el regalo...
Quien acierta en los regalos, normalmente es quien mejor nos conoce, y algunos nos sorprenden gratamente.
Otros en cambio, no sabemos ni para que sirven por extravagantes.
Es que se regala mucho sin ton ni son.
http://elsexodelasmocas.bitacoras.com
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